G. Brenan: Al Sur de Granada
"Sólo comíamos carne de vez en cuando, siempre que se mataba un cabrito. Poca gente la comía, excepto en días de fiesta; sin embargo, el pescado llegaba desde la costa en mulas casi todas las noches del año: sardinas, boquerones, jureles y pulpos, y el hombre lo traía lo vendía de puerta en puerta. Únicamente en verano escaseaba, de acuerdo con el verso que dice:
En los meses que no tienen erre,
ni pescado ni mujeres.
ESte adagio se explica, porque consideraban que el pescado en verano, al estar criando, es insalubre; y si un hombre hace el amor con su esponsa, se encontrará debilitado para el largo día de trabajo que le espera. Esto es, al menos, lo que la gente dice, si bien la verdadera razón radica en que mientras la sementera requiere la asistencia mágica de un lecho matrimonial lujurioso, la recolección ha de llevarse a cabo en un estado de pureza ritual. Por la misma razón, las mujeres no han de recoger plantas o flores, ni tocar el maíz ni los aperos ni, si es posible, cuando tienen el período. Si se lavan las manos o la cara caerán enfermas, y si intentan hacer pan, la masa no esponjará."
"En 1492 el reino de Granada desapareció al ser tomada la ciudad por Isabel y Fernando. Los términos de la capitulación permitían a los moros el pleno ejercicio de sus leyes y de sus costumbres. Boabdil, el rey moro, recibió como feudo perpetuo La Alpujarra, para él y sus herederos, y siguiendo este acuerdo se estableció en Andarax, unos cuantos kilómetros al este de Ugíjar. Nos queda un cuardo de él persiguiendo liebres con sus galgos y cazando con sus halcones. Pero los españoles, una vez cubiertos sus objetivos, mostraron poco entusiasmo en llevar a cabo las capitulaciones que habían firmado. Además de su mala disposición a tolerar una religión extraña, temieron que los turcos, cuyo poder estaba en ascenso en el Mediterráneo, utilizaran las regiones moras de país como cabeza de puente para intentar reconquistarlo. Al cabo de un año, Boabdil fue enviado a Africa, e Isabel, cuyo confesor le advertía que era una ofensa contra Dios tolerar a los infieles, inició una política de conversión forzosa. La consecuencia fue que en el territorio comprendido entre Ronda, Baza y Almería, hubo un levantamiento armado.
La rebelión fue aplastada tras varios años de lucha. Se promulgó un decreto que daba a elegir a todos los moros del reino de Castilla entre la conversión y la expulsión. La mayoría de ellos eligieron la primera opción, pero su cristianismo fue siempre puramente nominal, ya que la Iglesia se tomó poco trabajo en instruirlos en sus doctrinas. Encontrando menos problemático aplicar la fuerza que la persuasión, procedió a hacerles la vida imposible. Les fue prohibido bañarse, celebrar sus fiestas, tocar sus instrumentos musicales, llevar sus vestidos tradicionales, hablar su idioma, hasta que, por fin, tras un edito particularmente duro, decidieron sublevarse una vez más. La fecha elegida fue la Nochebuena de 1568, y esta vez la Alpujarra fue la única en levantarse."
La Alpujarra es una comarca que la ley decimonónica de división provincial hizo que quedara entre dos provincias: Granada y Almería, dividiendo así lo que es históricamente una 'provincia' (cuidado porque nosotros llamamos provincias a una ciudad principal de la que dependen varias ciudades menores o pueblos de diferente magnitud e importancia). Dividir la Alpujarra entre dos provincias es una prueba más de la estulticia de algunos gobernantes.
Un par de puntualizaciones a lo dicho por don Gerardo (como lo llamaban en Yegén, pueblecito de las Alpujarras donde vivió). Primero, curioso que dé como cierto la leyenda y deseche lo real en el primer texto. En el segundo, dice españoles cuando se refiere a cristianos, pues tanto los árabes como los cristianos eran españoles.
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