5 de enero de 2005

Sobre los poetas noveles y los poetas sabios

Difiero de los foristas que creen que los autores consagrados no vale la pena publicarlos, porque son de todos conocidos. No creo que sea así. Y aunque así fuera, no está nada mal que recordemos los cimientos de la misma cultura.
Me agrada mucho leer poemas y composiciones de algunos de los foristas que aquí escriben, creo que algunas de estas obras son excelentes. Pero, incluso a estos poetas que viven en el anonimato, les viene bien conocer la obra de los grandes poetas de la historia de la literatura. No creo que les resulte un refuerzo negativo, sino al contrario, siempre es bueno aprender de los que ya han llegado. Que un poeta novel (o no tan novel, pero que permanece en el anonimato) lea a los grandes poetas ya reconocidos no va en detrimento de lo que hace, al contrario.
Por otra parte, en cuanto a la cuestión de si un sabio puede o no ser poeta, es también bastante dificultoso como para decir, ya ha terminado la discusión, el sabio no puede ser poeta. ¿Eso quiere decir que los poetas deben de ser analfabetos? ¿Qué deben vivir en un idealizado parnaso, sencillos como las mariposillas y alejados de todo conocimiento? Un Jorge Guillén, un Dámaso Alonso, un Vicente Aleixandre, un Fray Luis de León (por nombrar de otras épocas), y otros muchos poetas que fueron universitarios o que tuvieron cierta cultura, ¿no fueron buenos poetas, por el hecho de estar instruidos? Si esto fuera así, nos cargaríamos a gran parte de la poesía de la Generación del 27, que por todos es sabido, es la más significativa en lengua española, desde el siglo de Oro. A pesar de que la mayoría de sus componentes fueron profesores universitarios.


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