28 de enero de 2005

JUAN GELMAN (Argentina, 1930) y los exilios

BAJO LA LLUVIA AJENA (NOTAS AL PIE DE UNA DERROTA)
(Roma, mayo de 1980)
(Fragmentos)
"XII
Mi padre vino a América con una mano atrás y otra adelante, para tener bien alto el
pantalón. Yo vine a Europa con una alma atrás y otra adelante, para tener bien alto el
pantalón. Hay diferencias, sin embargo: él fue a quedarse, yo vine para volver.
¿Hay diferencias, sin embargo? Entre los dos fuimos, volvimos, y nadie sabe todavía
adónde iremos a parar.
Papá: tu cráneo se pudre en la tierra donde yo nací, en representación de la injusticia
mundial. Por eso hablabas poco. No hacía falta. Y lo demás —comer, dormir, sufrir, hacer
hijos— fueron gestiones necesarias, naturales, como quien llena su libreta de ser vivo.
Nunca te olvidaré, en la oscuridad del comedor, vuelto hacia la claridad de tus
comienzos. Hablabas con tu tierra. En realidad, nunca te sacaste esa tierra de los pies del
alma. Pieses llenos de tierra como silencio enorme, plomo o luz."
"XVII
Amo esta tierra ajena por lo que me da, por lo que no me da.
Porque mi tierra es única. No es la mejor, es única. Y los ajenos la respetan sin querer,
siendo ellos, siendo de otra manera, bellos de otra manera.
En sus bellezas me conmuevo. Nada tengo que ver con su manera de llegar a la belleza.
Esto es hermoso: dándome su belleza, me dan también la ajenidad de la belleza. La
injusticia, el dolor, el sufrimiento, se interponen casi siempre.
Salú, belleza. Somos pedazos del viaje universal, diferentes, contrarios, las mismas olas
nos arrastran.
Iremos a parar a cualquier playa. Vamos a hacer un fueguito contra el frío y el hambre.
Vamos a arder bajo la misma noche.
Vamos a vernos, ver."

No hay comentarios: