28 de enero de 2005

Rafael Perez Estrada

Rafael Pérez Estrada, uno de los poetas más originales e imaginativos del siglo XX, nació en Málaga en 1934 y acaba de fallecer en su ciudad natal el 22 de mayo de 2000, víctima de una larga enfermedad. Estudió derecho en la Universidad de Granada. Ejerció la abogacía con éxito en su ciudad natal, lugar de donde jamás quiso alejarse. Entre sus publicaciones: La bañera (1982) Libro de las Horas (1985), Conspiraciones y Conjuras (1986), Libro de los Espejos y las Sombras (1988), Bestiario de Livermoore (1989), Libro de los Reyes (1990), Tratado de las Nubes (1990), Los Oficios del Sueño (1991), La Noche nos persigue (1992), La Sombra del Obelisco (1993) El Domador (1995), Ulises o libro de las distancias( 1997), El viento vertical (1998), El ladrón de atardeceres (1998) o Cosmología esencial (2000), su última entrega prologada por José Angel Cilleruelo, acaso su mejor estudioso. Pérez Estrada profundiza a lo largo de su coherente obra en un sistema que dio en llamar la pasión de lo breve. Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, sueco y rumano, entre otros idiomas y ha sido distinguido días antes de su fallecimiento como Hijo Adoptivo de su ciudad natal. La rebeldía que siempre exhibió frente a las modas de la poesía española le regatearon quizás alguna distinción adicional. Fallece justo cuando su nombre y su trayectoria comienzan a destellar con luz propia entre la crítica y los lectores hispanos.

fragmento de una entrevista que le hicieron en 1996:
- Luego del desvalijamiento de las vanguardias, los géneros literarios han vuelto a sus orillas y formatos iniciales. Sin embargo, Rafael, en tu obra es cuando menos difícil establecer sólidas e inveteradas fronteras. ¿Cómo llevas este frecuentar tierras de nadie? ¿Cómo lo llevan tus críticos?

Rafael Pérez Estrada: Negar las vanguardias es rechazar el dinamismo inherente al arte. En la actualidad estamos siendo testigos de una reacción muy dura desde las filas del integrismo español. Molestan las vanguardias, como molesta todo pensamiento nacido del trampolín de la imaginación. Molesta el salto vital, están demasiado hechos al salto de la muerte. Sí, el conservadurismo literario español ha vuelto a cerrar filas. Ahora su energía parece proveerse, no del sueño casposo del Imperio. Se han perfeccionado en el añorar, y ahora miran con nostalgia las cruzadas. Por el momento se ha anunciado la nueva matanza de los Santos Inocentes. Sus víctimas, las metáforas y las imágenes. Estamos ante un movimiento insólito, el pastichismo. Su rasgo principal, la versificación sin contenido; su materia, la insignificancia; su filosofía, la represión de lo original, de lo distinto. Los poetas aman la Libertad; los versificadores la fachada del vacío.
El género es una clasificación y también una frontera. Personalmente intento huir de las formas canónicas. Busco el contenido más que el continente; la idea más que la musicalidad. Me gusta utilizar las formas al uso en función de las necesidades comunicativas que el propio texto vaya exigiendo. Es una lección que le debo a algunos americanos, especialmente a John Dos Passos.
Hacer la crítica a la Crítica sería asumir un papel borgiano de imprevisible resultado.

La pasión de lo breve (selección)

A qué escribir para la inmortalidad — me dijo el poeta contable, que era sumamente práctico — si la mortalidad está más cerca.
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La serenidad de un símbolo hace de un comerciante de Nueva Jersey un decidido místico, y todo por haber contemplado, en un amanecer de rascacielos, el vuelo de una paloma cuyo pecho impoluto estaba manchado de rouge.
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Desesperado, después de jugarse la hacienda y la fortuna, se jugó la suerte.
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Dijo el forense ante la desnudez desamparada del narrador muerto: Se asfixió con una palabra sin sentido.
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Con la frialdad del cirujano clavó el puñal de la crítica en la indefensa ternura del poema.
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Hizo de la poesía un a mística y una pasión. Se sentía tan uno en la palabra que, como un mártir secreto de la sangre, estaba dispuesto a defender con la vida la pulcritud de sus endecasílabos. A él se debe la idea de una Cruzada Poética, una lucha santa contra la prosa. Un despropósito similar a la cruzada de los niños.
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El escritor que deja en el éter sus pensamientos, quizá cometa el pecado de Onán.
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Conocí en el Círculo de Bellas Artes a una mujer: Era la mensajera del soneto, y nada más verme, como si estuviera a punto de asaltar la Bastilla, me gritó terrible: ¡Abajo la libertad poética."
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¿Para quién se viste la mujer del ciego?, preguntó el filósofo, buscando un pretexto para un discurso imposible: Para la noche y el tacto, respondió el ciego, que era un necio insoportable.
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Lo vi tan feliz y seguro que no pude contenerme: ¡Usted no está en condiciones de escribir poesía!, le advertí didáctico.
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Pienso, luego existo;
y me respondió el objetual:
Los objetos existen,
luego piensan.
Y para redundar en lo dicho
empujé al suelo el jarrón utilizado
de pretexto hasta entonces:
Y sufren — añadí —
en silencio.
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Odiaba el número 17 por ser descortés y cortante, y guardaba todos los mimos para el 18. Es blando y mullido, comentaba en momentos de extrema intimidad.
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Pérez Estrada (1934-2000) fue un gran conocedor de los ángeles de los que, entre otras cosas, dijo:

• Los ángeles mudan las plumas en otoño.
• Los ángeles en el baloncesto hacen trampa y encestan al vuelo.
• Vive el ángel de la melancolía bajo un sauce llorón.
• El ángel del trapecista padece de vértigo.
• El arcángel es un ángel ascendido por méritos de paz.
• En agosto los ángeles habitan en el borde de los trampolines.
• En las playas los ángeles usan bañador para no descubrir su sexo y no incurrir en la antigua cuestión teológica.
• En las piscinas reclaman los ángeles la propiedad del "salto del ángel".
• El ángel de la guarda circense tiene una póliza de seguros de riesgo ilimitado.
• Cree el ángel en su inocencia que hay hombres de la guarda.
• El helicóptero es un propósito angelical del siglo XX.
• La cometa es el equivalente en papel de seda del ángel.
• Tras la lluvia el ángel se hace una bufanda con el arco iris.
• Los niños a la salida del colegio se intercambian los ángeles repetidos.
• Aunque el ángel se vista de seda, ángel se queda...

Antología, 1968-1988 / Rafael Pérez de Estrada ; estudio y edición de Antonio M. Garrido Moraga. - Málaga : Ayuntamiento, D.L. 1989. - 515 p. - (Colección "Ciudad del paraíso")





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