28 de enero de 2005

Los acrósticos de la Celestina

Advertencias: lo que parecen faltas de ortografías no lo son, es la grafía que existía en ese momento; para leer los versos acrósticos se ha de tener en cuenta que en castellano antiguo se sigue la grafía latina, por la que J/j = i y V/v = u; son versos acrósticos aquellos que leyendo la primera letra de cada uno de los versos hacia abajo nos envían un mensaje, una especie de mensaje cifrado, otro juego literario. Al final, os daré el resultado, por los despistados.

El autor, escusándose de su yerro en esta obra que escrivió, contra sí arguye y compara
1.
El silencio escuda y suele encobrir
la[s] falta[s] de ingenio y torpeza de lenguas;
blasón que es contrario, publica sus menguas
a[l] quien mucho habla sin mucho sentir.
Como [la] hormiga que dexa de yr
holgando por tierra con la provisión,
jactóse con alas de su perdición;
lleváronla en alto, no sabe dónde yr.
Prosigue
2.
El ayre gozando ageno y estraño,
rapina es ya hecha de aves que buelan;
fuerte más que ella, por cevo la llevan;
en las nuevas alas estava su daño.
Razón es que aplique a mi pluma este engaño,
no despreciando a los que me arguyen,
assí que a mí mismo mis alas destruyen,
nublosas y flacas, nascidas de ogaño.
Prosigue
3.
Donde ésta gozar pensaba volando,
o yo de screvir cobrar más honor,
del[o] uno [y] del otro nasció disfavor;
ella es comida y a mí están cortando
reproches, revistas y tachas. Callando
obstara y los daños de invidia y murmuros;
insisto remando, y los puertos seguros
atrás quedan todos ya quanto más ando.
Prosigue
4.
Si bien queréys ver mi limpio motivo,
a quál se endereça de aquestos estremos,
con qual participa, quién rige sus remos,
Apolo, Diana o Cupido altivo,
buscad bien el fin de aquesto que escrivo,
o del principio leed su argumento;
leeldo [y] veréys que, aunque dulce cuento,
amantes, que os muestra salir de cativo.
Comparación
5.
Como el doliente que píldora amarga
o la rescela o no puede tragar,
métenla dentro del dulce manjar,
engáñase el gusto, la salud se alarga,
desta manera mi pluma se embarga,
imponiendo dichos lascivos, rientes,
atrae los oídos de penadas gentes,
de grado escarmientan y arrojan su carga.
Buelve a su propósito
6.
Estando cercado de dubdas y antojos,
compuse tal fin que principio desata;
acordé [de] dorar con oro de lata
lo más fino tíbar que vi con mis ojos,
y encima de rosas sembrar mill abrojos.
Suplico, pues suplan discretos mi falta;
teman grosseros y en obra tan alta,
o vean y callen o no den enojos.
Prosigue dando razones por qué se movió a acabar esta obra
7.
Yo vi en Salamanca la obra presente;
movíme [a] acabarla por estas razones;
es la primera, que estó en vacaciones,
la otra, inventarla persona prudente,
y es la final ver la más gente
buelta y mesclada en vicios de amor;
estos amantes les pornán temor
a fiar de alcahueta ni falso sirviente.
8.
Y así que esta obra en e1 proceder
fue tanto breve, quanto muy sutil;
vi que portava sentencias dos mill;
en forro de gracias, lavor de plazer.
No hizo Dédalo cierto a mi ver
alguna más prima entretalladura,
si fin diera en esta su propia escriptura
Cota o Mena con su gran Saber.
9.
Jamás [yo] no vide en lengua romana,
después que me acuerdo, ni nadie la vido,
obra de estilo tan alto y sobido
en tusca ni griega ni en castellana.
No trae sentencia de donde no mana
loable a su autor y eterna memoria,
al qual Jesuchristo reciba en su gloria
por su passión sancta que a todos nos sana.
Amonesta a los que aman que sirvan a Dios y dexen las malas cogitaciones y vicios de amor
10.
Vosotros, los que amáys, tomad este enxemplo,
este fino arnés con que os defendáys;
bolved ya las riendas por que n'os perdáys;
load siempre a Dios visitando su templo.
Andad sobre aviso; no seáys dexemplo
de muertos y bivos y proprios culpados;
estando en el mundo yazéys sepultados;
muy gran dolor siento quando esto contemplo.
Fin
11.
sigue)
0 damas, matronas, mancebos, casados,
notad bien la vida que aquéstos hizieron;
tened por espejo su fin qual huvieron,
a otro que amores dad vuestros cuydados.
Limpiad ya los ojos, los ciegos errados,
virtudes sembrando con casto bivir,
a todo correr devéys de huyr,
no os lance Cupido sus tiros dorados.

Resultado: El bachiller Fernando de Rojas acabó la comedia de Calisto y Melibea y fue nascido en la Puebla de Montalvan
(fijaos que dice 'acabó' y no 'escribió' o 'redactó' o cualquier otro sinónimo, por eso y por la ausencia de la autoría en la primera edición, muchos sospechan que lo que hizo el bachiller fue ponerle la guinda y reeditarlo)

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