2 de marzo de 2005

Cosas de niños

Para Beatriz, María del Mar, Arturo y ¿Rubén? (no sé si se va a llamar así, perdón Ruth)
DEVUELTO

A la cara de mi hijo
que duerme, bajan
arenas de las dunas,
flor de la caña
y la espuma que vuela
de la cascada...

Y es sueño nada más
cuanto le baja;
sueño cae a su boca,
sueño a su espalda,
y me roban su cuerpo
junto con su alma.

Y así lo van cubriendo
con tanta maña,
que en la noche no tengo
hijo ni nada,
madre ciega de sombra,
madre robada.

Hasta que el sol bendito
al fin lo baña:
me lo devuelve en linda
fruta mondada
¡y me lo pone entero
sobre la falda!

Gabriela Mistral

¿DÓNDE ESTÁ EL NIÑO QUE YO FUI? de Pablo Neruda.

¿Dónde está el niño que yo fui,
sigue dentro de mí o se fue?

¿Sabe que no lo quise nunca
y que tampoco me quería?

¿Por qué anduvimos tanto tiempo
creciendo para separarnos?

¿Por qué no morimos los dos
cuando mi infancia murió?


Mi amigo el robot.
El robot no necesita compañía.
El robot ni come, ni bebe,
ni juega al amor.
El robot no tiene bigote,
ni sexo, ni dote,
ni gran corazón,
-nunca se enamora-
y duerme a deshora.
Tan sólo obedece,
el robot.
A veces le envidio
sus ojos de vidrio
que nunca han llorado.
Aunque no me entiende,
le cuento mis cosas,
me quedo a su lado.
El robot no necesita compañía.
Y cuando la empresa
apaga sus luces
me siento en su nave
hasta el nuevo día,
por que yo, ¡si necesito compañía!

GLORIA FUERTES.

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