Sobre la patria y su ausencia:
Por muy mal que esté todo y por muy ajado que esté el concepto de patria, el hombre se ha de sentir de alguna parte, aunque sea ciudadano del mundo, por muy gastada que esté esta expresión. La persona que vive fuera de su patria, sea por el motivo que sea, siente un lazo que la une con ella, el dolor llega cuando ese lazo está manchado por la frustración, la derrota, la humillación, todo eso se puede convertir en una obsesión malsana. Si ese lazo se mantiene puro, la patria puede llegar a ser un buen referente. Claro, cuando hablo de patria, hablo de sentimientos familiares, de recuerdos, de tristezas y alegrías, de buenos y malos momentos, esas son las cosas que perduran y que se extrañan. Los gobiernos respectivos, en realidad, no representan nada, tarde o temprano acaban desapareciendo.
Es mi opinión, claro.
Aquí va una recopilación de versos de Rosalia de Castro, que lloraba por su patria desde el otro lado del mar (los traduzcos no sea que el corrector de lengua extranjeras los barra):
"Airiños, airiños aires,
airiños de mi tierra;
airiños, airiños aires,
airiños, llevádme a ella."
"¡Van a dejar la patria!...
Forzoso, y supremo sacrificio.
La miseria está negra en torno de ellos,
¡ay!, ¡Y delante está el abismo!...".
"¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Dejo la casa donde nací,
dejo la aldea que conozco,
por un mundo que non vi!"
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