10 de diciembre de 2004

Los cerros de Úbeda

Por lo visto en plena guerra de la Reconquista, allá por el 1234 (fíjate que casualidad con el año, números sucesivos), bueno, pues resulta que uno de los capitanes del rey Fernando III (llamado por los suyos el Santo, no creo que los moros opinaran igual), decía que uno de sus capitanes desapareció justo cuando se entraba en la ciudad. Y no volvió a aparecer hasta que la ciudad ya estaba en manos de los cristianos. Cuando el rey le preguntó dónde se había metido durante la refriega, el muy cara dura, dijo que se había perdido por los cerros de Úbeda. Imagínate el cachondeo que se organizó, cuando todos sabían que en Úbeda no hay cerros como para perderse, por eso se tomó con ironía y como símbolo de cobardía y se utiliza cuando se quiere hacer referencia de que alguien al tratar cierto tema divaga y se sale del argumento del que está hablando . Exactamente como yo he hecho en algunos puntos de esta historia.

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