14 de febrero de 2005

In memoriam: Arthur Miller

Arthur Miller nació en Nueva York, el 17 de octubre de 1915, descendiente de una familia de inmigrantes polacos judíos. Su padre fue un fabricante de abrigos que se arruinó durante la Gran Depresión. Desde muy joven trabaja en un almacén pagándose los estudios de periodismo. En 1938, mientras estudiaba en la Universidad de Michigan, recibió varios premios por su comedia " Todavía crece la hierba ".

En 1944, obtuvo su primer premio literario con Un hombre con mucha suerte, obra que sin embargo no tuvo éxito comercial. Su novela " Focus " (1945)
, un ataque contra el antisemitismo, resultó un gran éxito y " Todos eran mis hijos ", fue elegida por el Círculo de Críticos de Teatro de Nueva York como la mejor obra teatral de 1947. Su mayor triunfo fue " La muerte de un viajante " (1949), que obtuvo los premios Pulitzer de Teatro y del Círculo de Críticos de Teatro de Nueva York, y a menudo se cita entre las mejores obras del teatro contemporáneo.

Fue una víctima durante la caza de brujas lanzada por McCarthy. Fue una de las figuras emblemáticas de las que sufrieron las investigaciones, acosos y condenas del Comité de Actividades Antiamericanas. En los interrogatorios, fue de los pocos que no se acogieron al silencio, aduciendo la protección constitucional, y se enfrentaron valientemente a las acusaciones del Comité, lo que le valió diversas condenas. Producto de esta experiencia, escribió en 1953 una de las mejores obras del teatro norteamericano, "Las brujas de Salem", en donde rememora escenas de los interrogatorios inquisitoriales. El propio Miller compareció ante el Comité de Actividades Antiamericanas en 1956. Fue condenado por desacato, pero la sentencia fue apelada y Miller quedó finalmente absuelto. En este mismo año se casó con la actriz Marilyn Monroe, pero esa relación, que se consideró la máxima unión de la inteligencia y la belleza, fue inestable y concluyó en divorcio en 1961.

Otras obras destacadas son " Panorama desde el puente "(1955), " Después de la caída " (1963), " Incidente en Vichy " (1964), " El precio " (1968) y " El arzobispo " (1977). Escribió el guión cinematográfico de " Vidas rebeldes " (1960), una colección de relatos, " Ya no te necesito " (1967), y " Ensayos teatrales de Arthur Miller " (1978).

Miller también es conocido por su intenso activismo político y social: arremetió contra el masificador antihumanismo norteamericano, se acercó al marxismo, después lo criticó, se opuso activamente a la caza de brujas del general McCarthy, denunció la intervención norteamericana en Corea y Vietnam.

Las obras de Miller se interesan especialmente por la responsabilidad del individuo hacia los demás, el conocimiento de uno mismo y la realización personal. Escritas en un estilo sencillo y coloquial, tienen su origen en la conciencia social del autor y su compasión hacia los que son vulnerables y se dejan arrastrar hacia el mal camino por los falsos valores que impone la sociedad.
Se le otrogó el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2002, por considerar que ha logrado transmitir desde la escena las inquietudes, los conflictos y las aspiraciones de la sociedad actual, renovando así la permanente elección humanística del mejor teatro. Es el primer escritor norteamericano que es reconocido este prestigioso reconocimiento.
Acabo de leer sobre su muerte, creo que ha muerto uno de los más recomendables escritores norteamericanos.

La muerte de un viajante

LINDA-No debiste decirle nada, Willy... Sobre todo, cuando acababa de llegar del tren. No debes enfadarte con él.
WILLY-No hice más que preguntarle si estaba ganando algo, ¿es eso enfadarse?
LINDA-Pero, ¿no comprendes? ¿Cómo va a ganar nada?
WILLY-(Preocupado y enfadado.) No acabo de entender cómo es por dentro. Se ha vuelto muy extraño. ¿Dió alguna explicación cuando yo me fui?
LINDA-Estaba muy dolido. Ya sabes cómo te admira. Yo creo que si él se encuentra a sí mismo, los dos acabaréis por entenderos, y no reñiréis más.
WILLY-¿Cómo se va a encontrar a sí mismo en una granja? Al principio, cuando era todavía joven, yo pensé: «Bueno, para un muchacho, no es malo andar por el mundo, y trabajar en oficios diferentes»... Pero han pasado diez años, y todavía no es capaz de ganar veinte dólares a la semana...
LINDA-Se está encontrando a sí mismo, Willy.
WILLY-(Alzando la voz.) No haberse encontrado a sí mismo a los treinta y cuatro años es un fracaso.
LINDA.-¡Chist!
WILLY-Lo que pasa es que es un vago.
LINDA-¡Willy, por favor!
WILLY-¡Un maldito vago!
LINDA-Están durmiendo. ¿Por qué no tomas algo? Ve a la cocina.
WILLY-¿A qué ha vuelto? Quisiera yo saber lo que le trae a casa...
LINDA-Yo no sé. Lo noto como desorientado, Willy. Como si estuviera perdido.
WILLY-¡Perdido! ¡Biff Loman, perdido! En el país más grande y más rico del mundo, un hombre joven, con todas sus condiciones, se encuentra perdido... ¡Si todavía se pudiera sacar algo de él!
LINDA-Claro que sí. Ya lo verás.
WILLY-(Decidido.) Mañana veremos. Hablaré con él, sin enfadarme. De hombre a hombre. Puedo conseguirle una plaza de vendedor. En nada de tiempo, puede ser un hombre importante. ¿Te acuerdas de lo que prometía en la escuela? Y todas las chicas andaban detrás de él... Cuando iba por la calle... (Se pierde en sus recuerdos.)
LINDA-(Tratando de librarle de sus preocupaciones.)
Willy, por favor, baja a tomar algo.
WILLY-(Enfadado.) ¿Por qué no abres una ventana? Aquí se asfixia uno.
LINDA-(Con toda paciencia.) Están todas abiertas, Willy.
WILLY-Nos tienen rodeados, sin aire, sin horizonte... No vemos más que ladrillos y ventanas.
LINDA-Debimos haber comprado el terreno de al lado. Te lo dije. Entonces estaba barato.
WILLY-La calle está llena de coches. No se respira más que gasolina. Debía haber una ley contra esas casas tan altas. ¿Te acuerdas de los olmos que había alrededor? ¿Cuándo le hice el columpio a Biff?
LINDA-Entonces, esto parecía que estaba a cien kilómetros de la ciudad...
WILLY-Debieron arrestar al constructor que taló los árboles... (Perdido en su pensamiento.) Cada vez que pienso en aquellos días, Linda... En esta época del año, los tilos y las acacias... Luego, echaban flor los narcisos... ¿Te acuerdas cómo olía esta habitación?

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